Sentado al costado del camino que no va a ningún lado, siento la bala rompiendo mi cráneo.
Y entendí mi destino no morirá mi alma suicida.
No morira la flor de la palabra.
lunes, 22 de septiembre de 2008
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1 comentario:
la vida, la vida misma.
las palabras, el poder de las palabras
y pude ver! antes no podía, no es que no quisiera.
son ciegos los que no QUIEREN ver.
jaja
bua!
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