martes, 28 de octubre de 2008

Cita con Dios

Me estaba acordando como era el padre nuestro, y como no me iba a acordar si pase 9 años en un colegio católico.
Esto lo saque del google, yo lo se diferente pero dice lo mismo.

"Padre Nuestro, que estás en los Cielos, Santificado sea Tu Nombre,Venga a nosotros Tu Reino, Hágase Tu Voluntad, así en la tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy,y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a quiénes nos ofenden, y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Amén."

Caí en todo esto porque sentía que me tenían que pedir perdón, pero yo también tenia que pedir perdón yo también me mande mis cagadas.
Recordé todos esos momentos que ofendí seriamente a las personas que quiero y como no puedo pedirles perdón lo remiendo como puedo. Ojo, no me espero ganar el cielo, ni espero algo a cambio, o si, me gustaría que esas personas sean respetuosas y buenas con los demás, por mas que no se lo merezcan, al fin y al cabo ¿quien lo merece?.

Entonces me quede con esto.
"Perdona nuestras ofensas, así como nosotros también perdonamos a los que nos ofenden."

No hace falta creer en Dios para seguir estas palabras, hay personas que piensan que es necesario para estar bien, aunque sea con ellos mismos.
Cuando alguna persona nos ofende como humanos tenemos la tendencia a ofender, ser herido y herir a una persona en sucia el alma. Cuesta pedir perdón por orgullo, por egoísmo, por vergüenza, pero tarde o temprano lo hacemos, tal vez no sientas nada o no lo creas necesario, o por ahí no sabes que ofendes cometiendo alguna indiscreción, inocente o culpable no hay dolor mas profundo que la ofensa, desencadena lo peor en las personas odio y rencor.
Ofendidos no perdonamos, ni olvidamos, cada uno ve linda su mugre...
Su mugre, lo que hacemos mal y lo que creemos que esta bien. Prejusgando y jusgando, mal diciendo, burlándonos, no estoy conjugando verbos, hablo de que es muy probable que las ofensas recibidas se las hayas aplicado a otra persona.
No hagas lo que no te gusta que te hagan.

La segunda sita, la que mas fuerza espiritual requiere.
"No nos dejes caer en la tentacion, y libranos del mal."

Pidiendo a Dios que nos de la fuerza para no caer en lo que nos perjudica y que somos consientes. En este caso siguiendo con la sita anterior, a no caer en la devolución de la ofensa y libranos del mal, yo creo que habla de las influencias.

No importa el camino, importa el destino.

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